miércoles, 17 de agosto de 2011

7 | MITOS Y REALIDADES DE LA PROTECCIÓN PATRIMONIAL

En general al conversar sobre temas patrimoniales existe muy poca información, desconocimiento y mal entendidos que a la larga van generando desconfianzas entre propietarios, autoridades y los municipios.
Ante este panorama, en la región se han ido generando una serie de mitos que atentan sobre el real conocimiento que como comunidad debemos tener sobre el legado arquitectónico e histórico de nuestros antepasados y que aun están presentes en las ciudades que habitamos.
A continuación algunas alcaraciones al respecto:
MITO 1
Cuando mi casa es Monumento o está en una Zona Típica no puedo repararla ni intervenirla.
REALIDAD: Si puede intervenirla y repararla. El único objetivo de la protección patrimonial, es que las intervenciones que se hagan respeten la armonía y estilo de los inmuebles y su entorno, incluyendo el espacio público, evitando afear nuestra ciudad y su legado. A la solicitud de permiso en la Dirección de Obras que debe hacer cualquier propietario, se sumará la solicitud de Visto Bueno del Consejo de Monumentos para garantizar una intervención armónica.

MITO 2
Que mi casa sea declarada Monumento es como una expropiación, y no puedo venderla.
REALIDAD: Su calidad de propietario sigue siendo la misma con o sin protección patrimonial, puesto que la declaratoria solo busca el resguardo y permanencia en el tiempo de un inmueble que por sus atributos merece ser conservado.
Si deseo vender mi casa que es Monumento, puedo hacerlo a quien quiera comprarla, dando aviso antes al Consejo de Monumentos Nacionales, para saber si el Estado tiene también interés en comprarla.

MITO 3
Mi casa está en una Zona Típica, pero si quiero venderla preferiría demolerla porque sé que lo único que vale es el terreno.
REALIDAD: Existen numerosos ejemplos de sitios eriazos que se pusieron en venta tras demolerse sus antiguas y valiosas casonas. Estos sitios han permanecido desocupados por años, sin venderse, convirtiéndose incluso en focos de deterioro para la ciudad y debiendo pagar más contribuciones que un sitio construido.
Por otro lado, cada vez con más frecuencia existen personas interesadas en comprar antiguos inmuebles por sus incomparables valores espaciales y estéticos, o por su alto potencial comercial, especialmente en una ciudad turística como la nuestra.

MITO 4 Como vivo en una Zona Típica o poseo un Monumento, debo mostrar mi casa a turistas.

REALIDAD: Sólo si yo lo deseo, puedo abrir las puertas de mi casa para mostrarla a visitantes.


MITO 5
Si mi casa es Monumento Nacional o está en una Zona Típica, no puedo cambiar su uso.
REALIDAD: El objetivo principal de la declaratoria, es que los inmuebles se conserven en el tiempo, por lo que un cambio de uso puede incluso ser beneficioso. Un Monumento puede ser usado como vivienda, hotel, restaurant, oficinas, comercio, albergar instituciones públicas, departamentos, etc. Como en cualquier inmueble, el cambio de uso es un trámite que se hace en la Municipalidad y el Consejo de Monumentos sólo se manifestará sobre las intervenciones constructivas que desee hacer y la incorporación de publicidad.


MITO 6
No existen beneficios ni recursos del Estado para propietarios de Monumentos Históricos o casas en Zona Típica.
REALIDAD:
Si mi casa es Monumento, y no le doy uso comercial, puedo solicitar la exención del pago de las contribuciones.
Por otro lado, existen líneas de financiamiento del Estado como el Fondart o la ley de donaciones culturales, que por ejemplo, pueden entregar recursos para el mejoramiento de fachadas.


MITO 7 Mi casa es demasiado vieja, con polillas, goteras, y está desnivelada, ya no es posible repararla.


REALIDAD: Hoy en día existen un sinnúmero de productos y técnicas para eliminar las “polillas”, reparar goteras y nivelar fundaciones en mal estado, a costos accesibles. Toda casa puede ser reparada y mejorada. Sin embargo lo mejor y más barato es la prevención.

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